Las Leyes de la Atracción

¿Alguna vez se ha preguntado por qué algunas personas reciben el trato cortés y respetuoso de "Buenos días, señor", y otras reciben el tipo de tratamiento "Hey Bud" o "Hey, Mac"?

Piense por un momento, ahora.

¿Cuál es la diferencia entre Donald Trump y un mendigo además de unos pocos miles de millones de dólares y un par de rascacielos?

La respuesta: el blando dentro de tu cabeza.

Verás, la forma en que la gente reacciona contigo se debe a la forma en que piensas sobre ti mismo. ¿Por qué crees que la gente juzga un libro por su portada o un libro malo por la ropa que usa? Sé que es injusto, pero la forma en que una persona piensa en su corazón, ¡aparecerá o incluso vivirá lo que está pensando!

La Ley de Atracción no es algo nuevo; así son las cosas. Es evidente en la Ley de Murphy: las cosas que no queremos que sucedan a menudo nos suceden, por eso una tostada con mantequilla caída siempre cae del lado equivocado.

Incluso cuando era niño en la escuela, siempre tuve la esperanza de que cuando me veía sentado en clase y no sabía cómo responder una pregunta que me hacía la maestra, siempre susurraba en mi corazón: "No me escojas ... POR FAVOR, no me elijas ”y el profesor siempre lo hacía. No importaba dónde me sentara, la maestra tenía esta habilidad para leer la mente que sabía que yo no sabía la respuesta o que no estaba prestando atención.

¿Cómo se aplica esto a la superación de la soledad?

Si "proyecta" un aura de indeseado, se sentirá no deseado y sus amigos lo rechazarán inconscientemente. Deja de actuar como un cachorro mojado y no deseado que acaba de escapar de la perrera.

Dite a ti mismo: "Me encuentras atractivo, adorable y en buena compañía".                    

Es cierto que no siempre podemos convencernos de que somos adorables, atractivos y que a la gente le encanta estar cerca de nosotros.

Pero como no podemos controlar lo que piensan los demás, esta forma de afirmación en realidad engaña a nuestra mente y nos hace pensar que SOMOS amables y atractivos.

Pruébalo y verás!